Cuerno Nueva York

Cuerno llega a Nueva York: El sabor del norte de México en el corazón de Manhattan

La icónica casa del steakhouse mexicano abre sus puertas en Rockefeller Center con una propuesta que fusiona tradición, fuego y hospitalidad al más alto nivel.
COMPARTIR

Cuerno Nueva York

Cuando Cuerno abrió sus puertas en Masaryk, una de las avenidas más emblemáticas de la Ciudad de México, redefinió lo que significa ser un steakhouse mexicano contemporáneo. Hoy, el legado de este proyecto culinario traspasa fronteras con la apertura de su primer restaurante en Estados Unidos, en nada menos que el icónico Time-Life Building de Rockefeller Center. Cuerno Nueva York no es solo un nuevo destino gastronómico, es una celebración de la herencia del norte de México y de la visión que lo ha convertido en un referente.

Más que una cena, la experiencia en Cuerno es un recorrido por historias que nacen entre brasas, sobremesas y raíces profundas. Así lo demostraron sus fundadores, Alberto Martínez y Víctor Setién, quienes han llevado sus memorias familiares y su pasión por el fuego hasta las entrañas de Manhattan. La apertura de Cuerno Nueva York es un capítulo escrito con dedicación, visión y el deseo de compartir la esencia de la hospitalidad mexicana en uno de los escenarios más sofisticados del mundo.

En su interior, Cuerno rinde homenaje a las técnicas ancestrales del asador con un menú diseñado por el chef Oriol Mendívil, que celebra ingredientes auténticos y métodos de cocción que respetan su origen. Desde cortes Prime USDA añejados, tacos gloriosos, mariscos frescos y vegetales al carbón, cada platillo está pensado para compartirse —porque en Cuerno, comer es sinónimo de celebrar juntos.

El alma del restaurante vibra también en su diseño. A de Arquitectos logra un espacio que fusiona el espíritu del norte con el ritmo de Manhattan. Materiales naturales, detalles artesanales y una narrativa visual poderosa —como el mural central de Federico Jordán— convierten al restaurante en una galería de símbolos, historia y orgullo mexicano. Aquí, el fuego no solo cocina: cuenta historias.

La carta de bebidas, liderada por Ernesto Coronado, propone un recorrido por la coctelería mexicana más refinada. Tequilas y mezcales conviven con vinos del Valle de Guadalupe, mientras que creaciones como la Cuerno Margarita o el Tamarindo con piquín elevan la barra a un lenguaje propio de sofisticación. Para quienes prefieren algo sin alcohol, hay mocktails botánicos igual de propositivos.

Durante nuestra reciente visita, Cuerno confirmó que el éxito no solo se sirve en platos bien ejecutados, sino en atmósferas que abrazan. La atención al detalle, el servicio cálido y el ritmo natural con el que fluye cada momento, convierten la experiencia en un acto de celebración. La comida, el entorno y la energía se combinan para ofrecer una hospitalidad que, como ellos dicen, es “la más chingona”.

En Cuerno, el sabor es protagonista, pero también lo es el origen. Desde Torreón a Nueva York, el fuego del norte se mantiene encendido. Y con esta apertura, el grupo no solo exporta recetas, sino una forma de vivir la cocina como vínculo, como herencia y como arte compartido.

Imágenes de cortesía 

https://www.isaacwork.com/

exposiciones de arte en cdmx