Marie Hazard, el arte de tejer espacios y memorias
La artista textil francesa presenta La sombra que teje en mí en Ciudad de México, una exposición donde el tejido se convierte en arquitectura, emoción y relato colectivo.
Cuerno Nueva York
Entrar a La sombra que teje en mí es adentrarse en un universo donde los hilos hablan, los vacíos respiran y las fibras construyen paisajes emocionales. La artista textil francesa Marie Hazard nos guió personalmente a través de su exposición en Ciudad de México, un recorrido íntimo en el que compartió sus procesos, sus viajes y su manera única de transformar espacios en narrativas tejidas.
Hazard explicó cómo su práctica une tradición y experimentación: el telar como herramienta ancestral y la abstracción contemporánea como lenguaje. En cada pieza, los hilos parecen suspenderse entre memoria y presente, invitando a los visitantes a habitar el espacio de forma diferente, a sentir que el vacío entre las fibras también cuenta una historia.
La artista reveló que para ella, el tejido no es solo técnica: es una experiencia física y emocional. Tejer es, en sus palabras, “un acto de resistencia y cuidado”, donde cada puntada conecta recuerdos, geografías y emociones. Sus obras dialogan con la arquitectura, generando sombras que parecen moverse con la luz, transformando las salas en espacios vivos.
Durante el recorrido, Hazard compartió anécdotas de cómo algunas piezas nacieron de paisajes que la marcaron: playas azotadas por el viento, ciudades vibrantes, momentos de silencio. Estas experiencias se traducen en colores deslavados, fibras naturales y estructuras minimalistas que invitan a la contemplación y a la pausa.
La exposición, que estará abierta al público en Galería Mascota, es un recordatorio de que el arte textil puede ser tan poderoso como cualquier otro medio contemporáneo. No es solo tejido: es memoria, espacio y emoción entrelazados.
Con La sombra que teje en mí, se celebra la sensibilidad de una artista que convierte el hilo en arquitectura poética. Es una invitación a detenernos, observar y dejarnos envolver por la sutileza de un arte que construye puentes invisibles entre lo íntimo y lo colectivo.
Imágenes Cortesía.
