Ana de la Reguera
“Agradezco haber pertenecido a esa generación en la que estábamos siempre en la memoria colectiva”.
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Veracruzana de nacimiento, Ana de la Reguera ha demostrado ser una de las actrices mexicanas más versátiles de su generación. Tras formarse en México, España y Estados Unidos, debutó en las telenovelas a mediados de los 90; sin embargo, su talento no se limitó a la pantalla chica, ya que muy pronto incursionó en el cine nacional e internacional, para luego dar paso a las series de streaming, como ‘Ana’ (2020-2023), de Prime Video.
Su debut fue en el melodrama ‘Azul’ (1996). Desde entonces, ha cautivado al público a través de varias producciones, entre ellas ‘Pueblo Chico, Infierno Grande’ (por la cual recibió un Premio Heraldo), ‘Desencuentro’, ‘Tentaciones’, ‘Todo por Amor’, ‘Cara o Cruz’ y ‘Gitanas’. Además, su talento la ha llevado a conquistar tanto las pantallas mexicanas como las extranjeras, dejando una huella imborrable en el cine y la televisión.
La actriz nos cuenta que la evolución que ha tenido a lo largo de su carrera ha sido una gran aventura, ya que esta profesión es muy fiel al conocimiento y la experiencia que se van adquiriendo con los años. “Lo bonito de esta carrera es que entre más años y experiencia tengas, eres mejor actor”. Incluso recuerda lo que le decían sus maestros de actuación: “Que para ser un buen actor debes recorrer un largo camino y adquirir experiencia de vida, ya que el carácter que vas formando se traduce en la pantalla. Y es que esa confianza, esa fuerza interior que vas descubriendo, siempre se transmite. Con el tiempo, te vas volviendo una persona más interesante y eso también te vuelve un actor más importante. Y yo espero que eso me esté sucediendo”.
Dentro de este crecimiento, incorpora la manera en que se involucra en los proyectos, ya que también ha desarrollado otras habilidades como escribir y producir. Ahora se compromete mucho más en cada trabajo, lo cual le permite mayor libertad creativa al tener que ver en las decisiones, “algo que hace que el personaje que interpretas sea mejor, pues lo formas a tu medida”.
Para Ana, esta carrera no es lineal, “es un sube y baja, hay picos en los que tienes un proyecto exitoso y te vuelves más deseable para las personas, sin importar la edad”. Pero así como existen momentos buenos, muchos artistas se van quedando en el camino, sobre todo actrices que desean formar una familia y se retiran de los reflectores durante un tiempo, aunque retomar su carrera pueda convertirse en un enorme reto. Sin embargo, la veracruzana es una fiel creyente de que esto va variando, que cada profesión es distinta y lo que para unos puede ser un desafío, para otros se convierte en una oportunidad de resurgir.
“He pasado por épocas en las que, por ejemplo, mi más reciente película se lanzó hace año y medio, y ahorita tengo tres estrenos seguidos. La gente se pregunta qué estoy haciendo, qué ha sido de mí, por qué no me ha visto, pero es porque me encuentro trabajando en nuevos proyectos y de pronto vuelvo a tener mucha exposición. La carrera es así, tiene esos momentos en donde estás ‘trendy’ y todos quieren trabajar contigo, y también etapas en las que llegan nuevas generaciones, caras frescas, y pierdes trabajo por eso mismo, o quizá buscan actores con experiencia, con una trayectoria, y empieza a haber una balanza. Al final, el chiste de esta carrera es la persistencia”.
Y hablando de ese equilibrio, la actriz nos confesó si cree en la idea de que el éxito laboral está peleado con el éxito personal. “Esa estabilidad no la puedes tener en todo ni todo el tiempo. Hay momentos en los que sientes que lo tienes todo, con una relación sentimental y mucho trabajo, pero a veces solo llenas el aspecto laboral, otras únicamente te sostienes de tu relación, e incluso pasas por épocas en las que no tienes ni una cosa ni la otra”.
Es por ello que para la actriz resulta fundamental tener una red de apoyo sólida, ya sea de familia o amigos, de la cual pueda aferrarse en tiempos difíciles, tanto laborales como sentimentales. “Lo que a mí me ayuda mucho es tener un buen círculo de amigos, que son de toda mi vida. Es gente cercana con la que siempre tengo dónde caer en blandito, que sin importar si tengo buenos o malos momentos, cuento con esa red de apoyo; entre mi familia, mi hermana, mis amigos… Entonces, a pesar de que vaya mal mi vida amorosa o profesional, mi vida personal, que es la más valiosa, nunca cambia. Y aunque a veces puedes tener problemas con ellos, son los que te van a querer incondicionalmente tengas trabajo o no, tengas pareja o no. Lo más importante es no descuidar a tus amigos y esos buenos instantes para ti”.
Actualmente, el streaming abre un mundo de posibilidades y opciones laborales que, sin duda, ayudan a tener una proyección internacional aún más grande; sin embargo, la actriz ve esta transición como un arma de doble filo, ya que antes, al haber pocos lanzamientos, cada proyecto tenía más impacto en el recuerdo de la gente, a diferencia de hoy, que al existir tantas series y películas, debido a la saturación de estos, pueden llegar a ser desechables.
“Aunque hay más trabajo, me da miedo que al tener varios proyectos la gente no tenga ni idea de lo que estoy realizando. Y es que antes, con uno solo, podías estar muy presente y para la gente se volvía importante esa película o serie en la que aparecías. Hace años transmitían una telenovela, te gustaba cierto actor y nunca te olvidabas de él, porque solamente se grababan como seis melodramas en todo el año. Hoy existe una cantidad inimaginable, por lo que tener un impacto en el público es mucho más difícil. Además, las redes sociales hacen que tengamos una capacidad de memoria y retención muy corta. Hay más trabajo, sí, muchísimas más oportunidades, pero el impacto es menor. Yo, la verdad, agradezco haber pertenecido a esa generación en la que estábamos siempre en la memoria colectiva. Ahora los más jóvenes no saben quién soy, personas menores de 30 años no me conocen”.
Con casi 30 años de trayectoria, Ana reconoce que todo el conocimiento adquirido en sus primeros años, así como las transiciones que ha vivido dentro de la industria, siguen contribuyendo en su desarrollo como artista. “Hice mucha televisión al inicio de mi carrera, como 10 telenovelas que me dieron muchísimas tablas y con las que aprendí a resolver cosas muy rápido. A mis 19 años estaba en la vieja escuela de los melodramas, pero luego me tocó la transición al irme a TV Azteca, donde estábamos haciendo nueva televisión, con historias mucho más arriesgadas. Después me tocó la nueva época del cine mexicano y trabajar para un proyecto de HBO, ‘Capadocia’, que fue la primera serie latinoamericana en español para esta cadena televisiva. Pero también llegó el streaming, los comienzos de Netflix, Prime Video, HBO Max; de realizar series en México por primera vez en estas plataformas. Estos últimos 10 años han sido para mí la era del streaming y me ha resultado un poco incómodo, porque siempre ha existido esta novedad, en la cual he tenido que ajustarme a cosas nuevas. Por ejemplo, ahora tienes que meterte de lleno en las redes sociales para atraer a personas en menos de un minuto y retener su atención, pero al final debes aprenderlo y adaptarte”.
Su nuevo proyecto en streaming, ‘Ojitos de Huevo’, ha sido una experiencia increíble y enriquecedora para la actriz. “Vi la primera temporada y me encantó, me parece una serie hermosa. Y cuando me invitaron para la segunda temporada no lo dudé, dije que sí de inmediato. Es un personaje padrísimo, los directores fueron maravillosos y la producción estuvo divertidísima, me moría de la risa todo el tiempo. Fue muy bello trabajar ahí y espero que les guste, porque creció la historia y hay personajes entrañables”.
En cuanto a cine, el próximo 25 de diciembre se estrenará la cinta ‘Una Pequeña Confusión’, la cual protagoniza con Juanpa Zurita, Vico Escorcia y Cristo Fernández. Y sobre el proyecto, De la Reguera relata que, a pesar de haber realizado hace poco cine mexicano con ‘Que Viva México’, hace tiempo que no participaba en una comedia “palomera”. “Crecí viendo varias películas de los 80, en las que se cambiaban la personalidad o la edad. Esta película es del estilo, es una comedia muy divertida. Me gustó mucho cómo está escrita, con esas dos parejas completamente opuestas. Estoy muy emocionada de tener un estreno tan grande”.
Ambos roles, tanto el de la serie como el de la película, ya guardan un lugar muy especial en la vida de Ana, ya que aprendió mucho de ellos, pero también de sus compañeros y las producciones. “Mi personaje en ‘Una Pequeña Confusión’ es el de una maestra de feminismo. Y para poder darle vida escuché varios podcasts y a muchas mujeres; de hecho, recurrí a mi amiga Esmeralda Soto, quien es una actriz increíble y ha estudiado sobre feminismo. Es mucho más joven que yo, pero precisamente quería tener esa visión fresca sobre dicho tema. También leí mucho sobre cosas que están ahí, pero ahora realmente pude adentrarme en ellas”. De igual manera, recalca que aprendió mucho de su coestrella Juanpa Zurita. “Es de otra generación y viene justamente de las redes sociales hacia el cine. Me gustó mucho poder conocerlo y descubrir cómo es que ve las cosas, cómo ve la comedia”.
Y sobre su participación en la serie ‘Ojitos de Huevo’, expresa que fue un papel que le encantó por su complejidad. “Fue difícil, porque era un personaje multitask, que hacía todo, llevaba la conversación y además tenía que ser dulce, pero también cabrona. Junto con todo el crew fue también adaptarnos a condiciones que requieren de respeto y estar conscientes de que existe mucha gente con alguna discapacidad. Entonces fue muy interesante poder compartir el set y crecer con los demás sobre esa conciencia que muchas veces no tenemos”.
Por último, le preguntamos a la actriz qué le gustaría que percibieran las nuevas generaciones de ella y qué mensaje quisiera darles, a lo cual nos respondió: “Es muy bonito cuando se acercan y te dicen que les gusta mucho tu trabajo en todos los sentidos. Busco que haya realmente una repercusión en los jóvenes, que vean mi trabajo, lo disfruten y si tiene un impacto en ellos, qué mejor. Y solo les diría que siempre traten de dar lo mejor de sí mismos”.
Corrección y Estilo por Rodrigo Chávez López
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