
Ferragamo celebra el lazo Vara. El ícono que une pasado, presente y feminidad
La Maison italiana rinde homenaje a uno de sus símbolos más reconocibles: el lazo Vara, una expresión de elegancia atemporal, creatividad y empoderamiento femenino.
Cuerno Nueva York
Hay elementos que trascienden la moda y se convierten en parte de la historia. En el caso de Ferragamo, el lazo Vara es mucho más que un detalle: es un gesto de identidad, un código de feminidad y una declaración de estilo que, desde 1978, ha acompañado a generaciones de mujeres que caminan con determinación y elegancia.
Creado por Fiamma Ferragamo, hija mayor del legendario Salvatore, el zapato Vara nació en un momento crucial para la mujer moderna. La década de los setenta trajo consigo un aire de libertad y cambio: mujeres independientes, activas y sofisticadas que buscaban algo más que un accesorio. Así, de una idea casi fortuita en el taller de la maison, nació un ícono que combinaba comodidad y refinamiento con un toque de audacia que solo Ferragamo podía lograr.
Hoy, casi medio siglo después, la firma italiana celebra ese legado con “Vara Bow”, un proyecto que reúne a mujeres que encarnan el espíritu de la modernidad y la diversidad. Entre ellas, Bianca Balti, Paloma Elsesser, Fiamma Paternò Castello di San Giuliano y Hyeri Lee, quienes reinterpretan el lazo desde su propia esencia y estilo, demostrando que el verdadero lujo está en la autenticidad.


Las imágenes, íntimas y naturales, no solo retratan el diseño impecable de la colección, sino también la actitud que representa: libertad, alegría y un sentido del movimiento que trasciende épocas. Incluso Giovanna Gentile Ferragamo, hermana de Fiamma, aparece en esta celebración que conecta la historia de la familia con el presente, en un diálogo de generaciones que honra la artesanía y el espíritu pionero de la maison.


Detrás de su aparente sencillez, el lazo Vara guarda una historia de intuición y azar. El primer prototipo surgió con una cinta de grosgrain improvisada, un detalle que, por error o destino, se mantuvo en el diseño final. Coronado con una placa metálica grabada con el logo de Ferragamo, el lazo se convirtió en una firma reconocible, replicada en bolsos, cinturones, joyería y pequeños artículos de piel. Cada pliegue refleja la precisión artesanal y la poética del diseño italiano: la capacidad de convertir lo cotidiano en arte.


Desde entonces, el lazo Vara ha acompañado a la mujer en cada transformación. Es símbolo de movimiento y de permanencia, de elegancia y carácter. Su versatilidad —del clásico pump a las versiones slingback o sandalia— refleja la evolución de quienes lo usan: mujeres que no temen reinventarse, que entienden que la moda no solo se lleva, se habita.
En tiempos donde lo efímero domina, Ferragamo nos recuerda el valor de la continuidad. El lazo Vara no busca seguir tendencias: las crea. Es un homenaje a la creatividad que perdura, a la feminidad que se transforma sin perder su esencia, y al poder de las historias que, como los lazos bien hechos, se mantienen firmes con el paso del tiempo.
Imágenes Cortesía.