Las casas de lujo renuevan su alma creativa

Nuevas formas de ver y vivir la moda.
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Tory Burch x BonBon

En la moda, el silencio rara vez es opción. Y últimamente, ese susurro que recorre la industria tiene nombre y apellido: cambios creativos. Gucci, Chanel, Dior, incluso Jean Paul Gaultier, Bottega Veneta, Chloé y más. En cuestión de meses, algunas de las casas más influyentes han renovado a sus directores artísticos como quien cambia de guión en medio de una obra: con fé y visión.

La llegada de Demna a Gucci, tras una década redefiniendo Balenciaga, parece más un giro editorial que una simple contratación. Es el tipo de movimiento que no solo cambia colecciones, sino que reconfigura el tono con el que una marca quiere hablarle al mundo. Lo mismo sucede con Matthieu Blazy, quien deja Bottega para asumir el enorme archivo emocional que representa Chanel. Y luego está Jonathan Anderson en Dior, un nombramiento que unifica todas las líneas bajo una sola visión creativa. Convirtiéndose en una visión creativa y expansiva, donde la autoría brilla con libertad y el riesgo se convierte en la puerta hacia la innovación. 

casas de lujo

Pero esta ola de nombramientos no solo habla de poder y prestigio. Habla de necesidad de cambio. En un momento donde la moda se ha visto obligada a renovarse en términos de sustentabilidad, representación, modelos de negocio, tecnología y cultura, estos movimientos revelan un intento por refrescar narrativas que durante años se volvieron fórmula. La industria ya no vive solo de archivo ni de nostalgia. Busca lo que aún no se ha dicho.

En ese sentido, la llegada de voces más jóvenes, más versátiles, más diversas como el nombramiento de Chemena Kamali en Chloé o Duran Lantink en Jean Paul Gaultier demuestra una apertura hacia discursos más emocionales, menos masculinizados, más atentos al cuerpo real y al contexto social. Hay una voluntad de escuchar. De arriesgar sin gritar. De hacer moda no solo para el escaparate, sino para la vida que lo rodea.

¿El resultado? Una industria en transición, sí. Pero también en expansión. Los cambios creativos no solo traen incertidumbre, también traen oportunidad. Nuevas estéticas, nuevos referentes, nuevas formas de imaginar el lujo, la feminidad, el deseo. Si antes los diseñadores marcaban la identidad de una marca, hoy muchas marcas están siendo rediseñadas por la identidad de sus creativos. Y eso, aunque desafiante, es profundamente liberador. Porque en ese movimiento hay posibilidad.

Imágenes vía Pinterest

 

https://www.isaacwork.com/

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