TUMI cumple 50 años dorados: lujo, diseño e historias en movimiento
Una colección brillante, un brunch en CDMX y medio siglo de estilo. Así celebra TUMI su aniversario número 50.
Tory Burch x BonBon
Existen marcas que evolucionan con el tiempo. Y hay otras que se mueven con él. En su 50.° aniversario, TUMI lo celebra haciendo lo que mejor sabe: marcar el camino. Esta vez, lo hace con una colección dorada de edición limitada que más que equipaje, parece joyería funcional y con un brunch íntimo en Soho House Ciudad de México, rodeado de voces creativas, diseño y visión a futuro.
La nueva colección cápsula es tan especial como exclusiva: solo 250 unidades por modelo a nivel mundial. Cada pieza, ya sea un maletín, una carry- on, un estuche para relojes o una minaudiere, viene con un acabado dorado tipo lingote, contornos arquitectónicos y alma de viajero. Y como buen tesoro, cada maleta está numerada y lleva un parche conmemorativo del aniversario.
“Queríamos hacer algo realmente especial”, dijo Victor Sanz, director creativo de la marca, quien dio el toque final a este lanzamiento: una versión dorada del icónico diseño 19 Degree, conocido por su carcasa de aluminio de calidad aeronáutica y ese balance perfecto entre lujo, resistencia y movimiento.
El 9 de mayo, la marca reunió a su comunidad en uno de los espacios más especiales de la CDMX: Soho House, donde se juntaron creativos, amigos de la marca y figuras clave del diseño y la moda como María Ibarra, Eugenia Rodríguez, Valeria Aguilar y Fernando Solis.
El ambiente fue muy relajado, elegante y humano. Entre conversaciones, café, diseño y conexiones reales, Sanz compartió su visión de lo que viene para TUMI: colaboraciones globales, productos innovadores y experiencias que van más allá del viaje físico.
Y es que si algo ha dejado claro esta celebración es que TUMI no solo hace maletas: conecta historias, transporta ideas y redefine cómo nos movemos por el mundo. Su diseño habla de propósito, de funcionalidad y de belleza en movimiento.
Así que sí: 50 años después, TUMI sigue viajando, pero ahora con destellos dorados que nos recuerdan que moverse con intención también es una forma de arte.
Imágenes Cortesía.
